Si el partido de este martes para River fuera cualquier otro, probablemente se vería eclipsado por el superclásico del próximo domingo. Pero así están las cosas: Fluminense en el Maracaná de ninguna manera es un puente al juego con Boca sino una parada bravísima que, sentimientos al margen (como si eso fuera posible), es técnicamente bastante más decisiva que un derbi que dejará, salga como salga, al CARP líder de la Liga Profesional con al menos tres puntos de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores, entre los cuales no estará coyunturalmente Boca.

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Claro, es que miden fuerzas los dos candidatos pesados del Grupo D de la Copa Libertadores. Y después de un arranque difícil con derrota en la altura de La Paz ante The Strongest, River necesita llevarse algo de Brasil: de lo contrario no bajarán sus posibilidades de clasificar a octavos de final pero sí se acotará a cero su margen de error en los últimos tres partidos y empezará a ver de manera lejana la chance de terminar primero en su zona a manos de un equipo, el de Fernando Diniz, que arrancó con puntaje ideal y sacaría mucha ventaja.

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La de esta noche es una final para River pero también una prueba de carácter y de juego para un proceso, el de Demichelis, que recién comienza y que más allá de su andar casi perfecto en el plano local deberá demostrar también su nivel competitivo en los partidos límite. El del martes, como el Súper del domingo en el Monumental, sin dudas será uno de ellos: las grandes noches de Copa en Brasil fueron una de las marcas registradas más paradigmáticas que contribuyeron a la mística y la eternidad del ciclo Gallardo. El de MD está entonces ante su primera prueba de fuego para contribuir a su propia épica.

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Como Fluminense, River también hizo descansar a la base del 11 titular el fin de semana para esta dupla de partidos que se vienen: con las bajas de un Paulo Díaz que se recupera de una distensión en el bíceps femoral izquierdo (difícil que llegue al domingo) y de un Enzo Díaz que, como en Tucumán, debe cumplir una fecha de suspensión, Demichelis pondrá en la arena de un Maracaná explotado lo mejor que tiene a disposición.

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Mammana ocupará el lugar del chileno en la zaga, Herrera irá por ED y así Casco pasaría al lateral izquierdo. Por lo demás, y con la chance siempre latente de algún cambio de esquema por lo excepcional del contexto y del rival, volverán los cinco volantes con Enzo Pérez como núcleo y Beltrán sería el único delantero del 4-3-2-1 que tantos resultados le dio al CARP en el ámbito local.

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Armani; Herrera, González Pirez, Mammana, Casco; Aliendro, Enzo Pérez; De La Cruz, Barco, Nacho Fernández; Beltrán.