Estamos acostumbrados a que las bodas de los royals estén llenas de invitados. Sin embargo, este fin de semana Luxemburgo ha acogido una boda algo más íntima en el ayuntamiento, pero con rostros muy conocidos. Nos referimos a
la boda de la princesa Alexandra de Luxemburgo y Nicolas Bagory.
La pareja han dado el ‘sí, quiero’ en una ceremonia civil en el ayuntamiento de Luxemburgo. Un enlace discreto y con una novia espectacular, que ha dejado claro que es una de las royals más modernas de la monarquía europea con diferencia.
La boda de Alexandra de Luxemburgo (34 años) contará con dos acontecimientos. Por un lado, la ceremonia civil en el ayuntamiento y por otro lado, la boda religiosa que se hará el 29 de abril, justo una semana después en la iglesia de Saint Trophyme de Bormes-les-Mimosas, en el sur de Francia donde la familia suele pasar sus vacaciones.
El estilismo moderno de Alexandra de Luxemburgo para la boda civil
La recepción de la princesa de Luxemburgo a su llegada al ayuntamiento ha estado plagado de multitudes donde la han recibido con mucha ovación. Una vez casados, la pareja ha agradecido a los asistentes su apoyo. Han estado acompañados en todo momento de los Grandes Duques.
Una boda moderna y actual que también hemos visto reflejada en el look de la princesa. Alexandra ha querido llevar un estilismo poco convencional y algo más cómodo para su compromiso en el ayuntamiento. Para ello, ha sorprendido a todos con un vestido de novia en clave royal muy moderno.
El atuendo nupcial de Alexandra de Luxemburgo ha estado compuesto por tres prendas: una blusa, pantalón y capa. Ha sido un conjunto impecable en blanco compuesto por traje de pantalón muy fluido y ceñido a la cintura para enfatizar esta zona.
Luego, la princesa ha elegido una blusa lisa, también en blanco, de manga larga y puños con botón. El toque tendencia lo ha incorporado con una espectacular capa a juego de corte midi y detalles en dorado. En cuanto a accesorios, Alexandra quiso llevar un pequeño clutch también en blanco y salones de tacón en color nude.
Para el peinado del día de la boda civil, la princesa de Luxemburgo eligió un semirrecogido con ondas suaves, y raya lateral. Un peinado perfecto para dar protagonismo al resto del look. Para el maquillaje, también fue sencilla con tonos rosados tanto en la sombra de ojos, como en los labios.
Ahora que ya hemos visto su maravilloso estilismo para uno de los días más importantes de la vida de la princesa de Luxemburgo, estamos expectantes en conocer cuál será su elección para otro de los grandes días: la boda religiosa. ¿Sorpenderá de nuevo con un total look de pantalón y blusa? ¿O escogerá el clásico vestido de novia?
