¡Qué tarde de domingo para Zaid Romero! En apenas dos minutos, el marcador central de Estudiantes pasó de villano a héroe, prácticamente en un abrir y cerrar de ojos. Es que primero, cuando su equipo llevaba bien el partido contra Independiente en Avellaneda y ganaba 1-0, no escuchó el grito de Andújar y cabeceó en contra de su propio arco un centro inofensivo de Braian Martínez desde la derecha. Era el empate para el Rojo a los 38′ del segundo tiempo, pero…

Sí, dos minutos después -luego de que el arquero y referente le levantara el ánimo-, el propio Romero hizo festejar a todo Estudiantes: fue al área rival a buscar de pelota parada y conectó de cabeza una gran ejecución de Zuqui desde el sector izquierdo, que dejó sin respuesta a Rey. Su festejo, desaforado y sacándose la camiseta, demuestra lo que fueron esos dos minutos que probablemente no se olvide por un tiempo: de un gol en contra insólito a marcar el del triunfo en una ráfaga…

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