«Mallorca ha ocupado durante mucho tiempo un lugar muy especial en mi corazón desde que la visité por primera vez cuando era niño con mis padres», cuenta Richard Branson en la página web del nuevo hotel («el más lujoso del Mediterráneo», ha declarado) de la colección Virgin Limited Edition, que abrirá el 16 de junio de 2023. Son Bunyola, un hotel para relajarte y darte un capricho.
Branson posee lujosas propiedades en todo el mundo, incluso una isla privada en el Caribe. Esta no es la primera propiedad del empresario británico de los medios de comunicación y el transporte en la isla balear. «Hace muchos años convertimos una hermosa propiedad en el
bonito pueblo de Deià en un maravilloso pequeño hotel familiar. Con el tiempo creció, así que vendí el hotel y comencé a buscar un nuevo lugar para llamar hogar en Mallorca, y tuve la suerte de descubrir algo aún más especial: Son Bunyola», continúa Branson, que adquirió la finca en 1994.
Piscina de la villa Sa Punta de S’Àguila. /
Son Bunyola se encuentra en la Sierra de Tramuntana, zona reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. La finca, de 3.200 metros cuadrados, al borde de un escarpado acantilado de cinco kilómetros que cae hacia la cala Gata y la punta de s’Àguila, está rodeada de viñedos, cítricos, almendros y olivos que recorrer en bici o practicando senderismo.
Son Bunyola Hotel, un proyecto de 20 años
Pero el enamoramiento de Branson y Son Bunyola no ha sido un camino de rosas. En 2002 vendió la finca ubicada en Banyalbufar por 18 millones de euros porque las autoridades locales no le concedieron permiso para abrir un hotel. En 2015 pudo recomprarla por 15 millones y abrió como alojamiento vacacional exclusivo tres villas: Sa Punta de S’Aguila, Sa Terra Rotja y Son Balaguerer. Techos con vigas a la vista, comedores con chimenea, tejas de terracota, patios empedrados, terrazas con piscinas privadas desde las que se vislumbra el luminoso mar Mediterráneo… las villas combinan con elegancia el estilo tradicional y el diseño actual.
Exterior de la villa Son Balagueret, en Mallorca. /
En junio, finalmente, abrirá al público el hotel de 26 suites y 2 tower suites (con vistas 360º al mar y la montaña) en la casa solariega del siglo XVI, restaurada conservando elementos históricos originales (forjados de hierro, carpintería de madera y arcos de piedra), y reformada por el estudio de interiorismo mallorquín Rialto Living. Las instalaciones también han reutilizado una antigua tafona o almazara y otros edificios adicionales, como la torre de defensa medieval.
Son Bunyola Hotel también contará con dos restaurantes (uno de ellos, de tapas), spa, terrazas para cenar y una piscina con vistas a la península de Sa Foradada, uno de los atractivos naturales más únicos y apreciados de esta zona de la isla.
Interior de una de las habitaciones con vistas al mar del hotel Son Bunyola. /
Al ubicarse en una de las zonas más protegidas de Mallorca, la sostenibilidad ha sido uno de los principios del proyecto. La renovación de los edificios ha mejorado el aislamiento térmico de los edificios y el consumo energético. Se han instalado además sistemas de reutilización de la energía del aire acondicionado para el calentamiento de agua, así como de aprovechamiento del agua de la lluvia.
Son Balagueret, finca del siglo XVI
«Me tomó más de 20 años obtener los permisos de planificación para restaurar y convertir meticulosamente la impresionante finca histórica del siglo XVI en nuestra propiedad de mil acres. Realmente estaba esperando que volviera a la vida con amor como un pequeño hotel boutique de lujo y estoy emocionado de que se una a nuestras tres hermosas villas que ya disfrutan nuestros huéspedes», reconoce Richard Branson.
El empresario, cuyo uno de sus últimos logros (y sueño cumplido de la infancia) ha sido un vuelo espacial a bordo de su propia nave de la empresa Virgin Galactic, recomienda como atractivos de la zona pasear, bucear explorando sus cuevas o pescando, y navegar en velero. Según Branson, Mallorca tiene el ambiente perfecto para relajarse en familia, charlando, contemplando el paisaje y disfrutando de la buena mesa.
Patio interior del hotel Son Bunyola, en Mallorca. /
