Un misterio envuelve a una familia de barrio Residencial Santa Rosa, al suroeste de la ciudad capital. 

Se trata de la desaparición del jefe del hogar, José Martín Tejeda, de 30 años y padre de dos menores: una nena de siete años y otra de un año.

José fue visto por última vez el 26 de febrero pasado, y a partir de ese momento, su nombre e imagen pasó a la categoría de buscado. La familia formuló el 1 de marzo la denuncia en la Unidad Judicial 3, ubicada en Villa el Libertador. 

Quien encabeza la búsqueda de José es su mujer Malena Manduit, quien dice que “desde entonces” -es decir, desde la última vez que lo vieron- “no tenemos una pista de nada”. 

O mejor dicho, tienen pistas pero o bien no se logran profundizar o son desmentidas por sus protagonistas. 

“La Policía no dice nada concreto. Nosotros estamos reclamando que se haga un rastrillaje con canes porque han hecho un rastrillaje con bomberos en el Canal  Maestro Sur, pero este rastrillaje es como si buscaran a una persona muerta”, describe Malena. “Pero uno no pierde la esperanza de encontrarlo con vida por más de que pasó mucho tiempo”. 

La mujer de José se encargó los primeros días de buscarlo por varios lados. “Anduvimos por todos lados: descampados en Joison, Camino San Carlos, Costanera…”; y en un domicilio de barrio Comercial, por calle Villa María, los sacaron a los tiros.

Es que una de las pistas que han trascendido es que “a José lo tendría encerrado un vecino torturándolo al fondo de la calle Villa María  porque él -por José- robó en esa casa”. José registra antecedentes penales por robo, de hechos cuando era joven. “Lo único que hacía era meterse en fábrica abandonadas y sacar chatarra para vender”. 

Otra pista señala que José había sido visto por un tal Paraguayo en un Fiat 147. “El mismo Paraguayo me dijo a mí que eso no era cierto, pero a la Policía le dijo algo distinto: que él lo había alzado con el auto en Arica y lo dejó en calle Gobernación”, reseña Malena. “La policía me dice que en las pericias del auto del paraguayo no salen nada”, dice la damnificada. 

Al momento de desaparecer, José vestía “short deportivo azul, una remera mangas cortas azul y botines de futbol 5 nike”. Se lo solía ver vendiendo peperina en la calle Rivera Indarte y 9 de julio. 

Consultada su esposa de la relación que mantenía con José, Malena dice que “últimamente no tuvimos ninguna discusión”. Y agrega: “Es más, el día anterior sábado estuvimos en los quince de su sobrina y todo bien”. 

Por todo esto, la incertidumbre que envuelve al hogar de calle Purmamarca 283 es total. “Te acostás y te levantas preguntándote qué pudo haber pasado, porque a medida que pasan los días aumenta la preocuación”, dice Malena. 

“Por cuenta propia, no dejaría a sus hijas por tantos días”, refiere su esposa. 

“La Policía me dice que información concreta no me puede pasar, pero tiene que haber un lugar certero donde buscarlo y rastrillar la zona”, dice Malena. 

 

 

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