Con los dos primeros episodios de ‘Masterchef 11’ recién estrenados, no ha tardado en llegar la primera polémica de la edición (si es que se puede considerar así). Una de las aspirantes ha revelado en sus redes que el macrocasting con el que arrancó la temporada fue todo «puro show».
«Mil horas ahí pasando frío»
El arranque de la temporada 11 de ‘Masterchef’ mostró el megalítico casting realizado en la edición con más concursantes hasta la fecha: 1.000 candidatos seleccionados de los 70.000 que se presentaron a la preselección.
Finalmente, solo 23 obtuvieron el pase asegurado al plató del concurso. Cris Ortiz, una de las candidatas no seleccionadas, contó a través de su cuenta de TikTok cómo fue la experiencia, en la que tuvieron que grabar dos veces las mismas tomas porque Jordi Cruz llegó tarde:
Nos citaron a las 9 de la mañana un domingo de diciembre en la plaza del Palacio Real. Llegaron los chefs pero solo estaban Pepe y Samantha. Jordi había perdido un vuelo y tuvimos que grabar todas las tomas sin él, y luego las volvimos a repetir con él.
Cuando emplataron, vinieron varios catadores a probar los platos pero, según Ortiz, «era puro show» y las entrevistas se centraron en los candidatos que ya sabían que iban a escoger:
Fue una auténtica vergüenza. Mil horas ahí, pasando frío, sin informarnos de nada y el equipo por ahí comiendo. Al cabo de las horas, por fin llegaron para entregar las cucharas. Estaba decidido desde antes de ir al casting. Vimos cómo daban cuchara a gente que habían rechazado su plato, incluso algunos que no se habían presentado ese día al casting.
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