No es de extrañar que cada vez se vea a más gente por la calle
caminando con bastoncitos y con una cara de lo más saludable. Están haciendo
nordic walking (o marcha nórdica), un deporte que está causando furor por muchas razones. Es divertido, para todas las edades y tiene muchos beneficios demostrados para la salud.
La marcha nórdica es un poco
como el esquí de fondo, pero sin nieve. Andas con la ayuda e impulso de bastones similares a los utilizados en el esquí. Se desarrolló por primera vez en Escandinavia, pero no se extendió por el resto de Europa hasta las dos últimas décadas. Y es ahora cuando está en un momento de popularidad que parece imparable. Y aquí puedes leer por qué.
Quemas más calorías
Ya en 1995, los investigadores probaron científicamente que la marcha nórdica quema más calorías que la marcha normal. De hecho, descubrieron que quemaba hasta un 18% más de calorías que la caminata de toda la vida. Numerosos estudios han confirmado estos hallazgos desde entonces, por lo que se sugiere que la marcha nórdica podría ser una excelente forma de ejercicio para quienes buscan perder peso.
Otros estudios han encontrado que las personas con sobrepeso pierden kilos más rápido haciendo marcha nórdica en comparación con la marcha normal. Si bien la marcha nórdica no quema más calorías que otras formas de trabajo físico más intensas, como correr, puede ser una excelente opción para quienes buscan un ejercicio de bajo impacto o tienen ciertas limitaciones para la práctica deportiva.
Aumenta la fuerza central
Hacer nordic walk también involucra los músculos centrales (incluidos los del abdomen y la espalda) más que la marcha normal. Una mayor participación de los músculos centrales ayuda a fortalecerlos, lo que a su vez puede mejorar la postura. Una mejor fuerza central también puede mejorar el equilibrio y la capacidad de movimiento.
Baja el riesgo de caídas
Desafortunadamente, a medida que envejecemos es más probable que tropecemos más y podamos caernos cuando caminamos. Esto se debe principalmente a una disminución de la fuerza muscular, dificultades de equilibrio y problemas con la forma en que caminamos. El beneficio de la marcha nórdica es que colocas los bastones en el suelo al mismo tiempo que usas las piernas. Esto mejora el equilibrio y hace que sea menos probable que te caigas.
Buena salud cardiovascular
La investigación muestra que la marcha nórdica puede mejorar la condición cardiovascular en tan solo cuatro semanas. Además, se ha demostrado que la marcha nórdica en mujeres posmenopáusicas
mejora los niveles de azúcar en la sangre en reposo, lo cual es importante para prevenir la diabetes y mejorar los niveles de colesterol en la sangre.
Reduce el dolor en las extremidades
Usar bastones mientras caminas ayuda a distribuir el peso a través de los brazos y el torso, poniendo menos tensión en la espalda, las rodillas y las caderas. Esto ayuda a disminuir un probable dolor de espalda al caminar. Si sufres dolores de espalda, cadera o rodilla, hacer nordic walk podría serte útil, ya que redistribuye un poco tu peso. Pero lo primero es consultar a tu médico.
Mejora la fuerza de la parte superior del cuerpo
La marcha nórdica involucra más los brazos y hombros que la marcha normal, y esto podría mejorar tu fuerza. La investigación ha demostrado que la marcha nórdica no solo puede aumentar la fuerza de agarre de las manos, sino que también incrementa la actividad muscular en los hombros.
La fuerza de la parte superior del cuerpo, incluida la de agarre, es importante para muchas de las cosas que hacemos todos los días, desde llevar nuestras compras hasta ponerte un café. El aumento de la fuerza muscular también es importante para prevenir lesiones, ya que ayuda a estabilizar las articulaciones y las protege.
Caminas más rápido
La marcha nórdica puede ayudarte a caminar más rápido que la marcha normal. De hecho, puede aumentar la velocidad de marcha media hasta en un 25 % en comparación con la marcha normal. Como consecuencia, puedes quemar más calorías. Ya ves: hacer nordic walk puede ser especialmente bueno para las personas a las que no les gustan otros tipos de ejercicio, como correr, pero que quieren hacer algo de mayor intensidad que caminar a paso ligero.