La más reciente en dejar el reality de Telefe, repasa su experiencia en la casa y anuncia su deseo de vivir de la música.
A pesar de haber ingresado al reality dos meses después de haberse iniciado, Camila Lattanzio logró ubicarse entre los últimos cinco jugadores, antes de ser eliminada, el pasado domingo 12. Sin embargo, para la participante de Ituzaingó, la experiencia de Gran hermano (Telefe) es un antes y un después en su vida.
«Todavía no entiendo muy bien todo lo que está pasando afuera, es shockeante pero estoy feliz, me encanta. Es lo que siempre deseé», asegura. Y la sensación de felicidad tiene que ver con las posibilidades que se le abren ahora, para desarrollar su carrera musical. Ese fue su gran objetivo antes de entrar al programa.
«Yo entré porque quería que me conocieran para poder cantar y dedicarme a eso», dice. «Hubiera querido entrar desde la primera instancia, pero no se dio y me quedé muy bajón después de eso. Pero cuando finalmente se dio, nunca me imaginé que podía quedarme tanto tiempo».
Una chica intensa
Camila relata, con su natural verborragia, todo lo que vivió en la casa y todo lo que imagina para su futuro. «Yo soy así todo el tiempo, muy para afuera, ansiosa y sabía que, por mi personalidad, iba a llamar la atención», cuenta. Pero también admite que, esa misma intensidad, pudo jugarle en contra con algunos de sus compañeros de encierro y, hacia el público.
Y aclara un par de cosas. «Sé que se vieron situaciones con Marcos como que estaba encima de él, todo el tiempo. Pero nada que ver. Es mi forma de ser y nunca tuve otra intención», dice. «Sí, él es super lindo, pero yo venía de una relación tóxica y nunca intenté otra cosa más que una amistad».
En cuanto a Alfa, el otro participante con quien más se relacionó en la casa, generando críticas por la ambigüedad del vínculo, Camila también asegura que la relación iba por otro lado. «En mi vida saldría con él, nada que ver. Yo sentía que me protegía, me costó mucho integrarme y él era el único en quien podía confiar».
Las canciones con Alfa
Para la participante de 21 años, Alfa fue con quien más afinidad sintió. «Tenemos muchas cosas en común, los dos vendemos autos y él me va a asesorar para sostener el negocio que nos dejó mi papá«, cuenta. Camila también dice que las canciones que cantaba Alfa en la casa son las mismas que entonaba su padre, quien murió hace un año.
Pero el participante más polémico no es el único con quien piensa seguir en contacto, una vez finalizado el reality. También asegura que continuará la amistad con Agustín, con Coty, con la Tora. «Me gustaría llevarme bien con todos. Con la Tora hubo mucho lleva y trae en la casa y eso generó roces. Pero nos abrimos la una con la otra y descubrimos muchas cosas en común. Este finde ya planeamos salida».
Para Camila, a la experiencia del encierro y la convivencia con extraños, se sumaba el hecho de estar, por primera vez, alejada de su gemela Florencia. «Mi juego fue ser yo misma, mostrar la mejor versión de Cami, sin perjudicar a nadie y que me conozcan cantando y divirtiendo», dice.
Sin embargo, no todo fue alegría durante los tres meses en el reality. La participante cuenta que, en un momento, por los roces sobre todo con Romina y Julieta, se sintió mal. «En un momento, me apagué y la pasé muy mal. Pero después que entró mi hermana, recuperé la alegría y remonté para poder seguir».
Enfocada en su futuro como cantante, Camila cuenta que ya tuvo varias ofertas laborales, pero no quiere desviarse de la música. «Ya tengo seis temas míos, me falta productor musical. Antes de entrar a Gran hermano hacía videos, pero con la muerte de mi papá tuve que parar. Espero que ahora lo pueda retomar», explica.
Sin tibieza, Camila no duda en imaginarse, en dos o tres años, reconocida como cantante. «Me gustaría ser una de las nuevas artistas, tipo María Becerra. Por eso quiero seguir componiendo y aprovechar este momento».
WD