Guadalupe Rodríguez

Furusato significa en japonés el lugar al que deseamos regresar porque lo consideramos nuestro verdadero hogar. Este es el nombre del postre con el que Noelia Tomoshige ganó en enero el Premio al Pastelero Revelación en la última edición de Madrid Fusión, el congreso sobre la gastronomía más innovadora que se celebra en enero en Madrid.

En su caso, elegir un hogar no es fácil. Al igual que el postre con el que ha ganado el premio (a base del cítrico japonés sudachi y miel de castaño), su alma es japoandaluza y su corazón, madrileño. Noelia Tomoshige
nació en Sevilla hace 32 años, donde sus padres se trasladaron desde Japón a finales de los 70 siguiendo su sueño de ser guitarrista flamenco y bailaora, respectivamente, tras ganar un concurso de flamenco organizado por la Embajada de España en Japón.

Furusato, el postre de sudachi y mil de castaño con el que Noelia Tomoshige ganó el Premio al Pastelero Revelación en Madrid Fusión 2023. / instagram @monroebakes

Compaginó sus estudios con la práctica de la natación profesional hasta que, tras estudiar inglés en Estados Unidos, se mudó a Madrid para estudiar turismo. Comenzó a trabajar como dependienta en tiendas como Bimba y Lola, Abercrombie, Prada, Hermès o Balenciaga hasta que, en uno de sus viajes anuales a Japón para visitar a sus familiares, realizó un curso de dos semanas de pastelería japofrancesa.

Noelia Tomoshige, pastelera formada en Le Cordon Bleu

De vuelta en Madrid, decidió ampliar sus conocimientos con un curso básico de técnicas de la repostería francesa en la escuela Le Cordon Bleu. Allí era la única de su clase que no había trabajado antes en una pastelería, ni incluso en una cocina. Pero la pasión por la elaboración de pasteles que descubrió hizo crecer su deseo de abandonar el sector de las tiendas de lujo, donde llevaba trabajando 10 años como dependienta, y abrir su propio local. Tras completar dos cursos más y perfeccionar las recetas en la cocina de su, abrió en 2021 Monroe Bakes, en Getafe.

Un obrador del que salen deliciosas recetas que fusionan ingredientes japoneses (como el
té matcha y el yuzu) y españoles con la técnica francesa y en el que pasa 15 horas diarias, como ella misma cuenta en la cuenta de Instagram @monroebakes: «Ser nadadora profesional en mi juventud me otorgó la preparación física para aguantar los horarios de ahora; los 10 años en retail me regalaron los conocimientos de storytelling visual, gestión de clientes, estrategias de venta y la habilidad de empaquetar 400 corbatas en 1 hora en las campañas de Navidad, que ahora se cambian por empaquetar roscones y tartas. Siento que todo lo que he hecho en la vida me ha preparado para los años que estoy viviendo ahora. Ningún trabajo ha sido una pérdida de tiempo, pues cada uno de ellos ha sido una valiosa asignatura».

Noelia Tomoshige en la pastelería Monroe Bakes que regenta en Getafe. / instagram @monroebakes

Postres tradicionales japoneses como los mochis y los dorayakis se han popularizado en los últimos años en España, llegando incluso a los supermercados. Pero la pastelería con la que creció Noelia es la de fusión japofrancesa que surgió en Japón a finales del siglo XIX cuando el país se abrió a Occidente. Y esa era con la que Noelia quería experimentar, y difundir en Madrid.

Repostería de fusión japofrancesa

Porciones de esponjosa cheesecake japonesa de matcha, roll cakes kawaii con la imagen de personajes de animación, tartas mille crepe de diversos sabores, tarta entremet de turrón y yuzu se alinean en su tienda obrador decorada con flores de cerezo. Los clientes hacen cola para conseguir alguno de sus roscones de Reyes rellenos, tartas Paris Brest de pistacho o pan de masa de madre. Hasta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se acercó un día a probar sus dulces de pistacho.

Eligió un local al lado de su casa y no hizo caso a las voces que cuestionaban el éxito de su concepto de negocio en Getafe. El instinto y el trabajo duro la ha llevado en solo dos años a ser elogiada por críticos, a colaborar con reposteros experimentados como Ricardo Vélez, de Moulin Chocolat, a recibir encargos de marcas de lujo y ha culminado en el premio que le otorgaron en Madrid Fusión.

Streuzel de matcha con mousse de matcha y yuzu elaborado por Noelia Tomoshige. / instagram @monroebakes

«Todos los días me preguntan: ¿cuál es el siguiente objetivo para Monroe Bakes? La verdad es que no tengo ninguno, me dejo llevar por la vida, por las personas que conozco, los contactos de hago y confío sólo en mi instinto. Todo eso me ha llevado a donde estoy hoy y es lo que me llevará a lo que seré mañana. No hay rumbo, no hay objetivos, sólo el disfrutar de este oficio y de hacer pequeñas cosas cada día que mañana se convertirán en grandes cosas». Noelia Tomoshige ha encontrado en su obrador en Getafe, en las deliciosas creaciones dulces que fusionan sabores y tradiciones, su furusato, el lugar donde sentirse en casa.