Tamara Vila

De acuerdo: llegar a los 50 implica una serie de
cambios hormonales que te hacen la vida más difícil. Sufres cambios de cuerpo, estados de ánimo fluctuantes e incluso te salen granos. Tu cuerpo está en medio de una gran transición, pero todo pasará. Y mucho mejor si incluyes el
yoga para acelerar el metabolismo, entre otros beneficios considerables.

Nada mejor que mantener la calma frente al cambio. Cuando te sientas abrumada por los sofocos y las emociones fuera de control, vuelve a lo básico. En yoga se llama «
mente de principiante», que es el concepto de abandonar lo que crees que sabes y rendirte a la sabiduría natural de tu propio cuerpo.

A partir de los 50, el yoga trata de mantenerte fresca, tranquila y serena. Necesitas poseer un sistema nervioso equilibrado y usar la práctica para mantener la fuerza sin sobrecalentar el cuerpo. Por eso aquí tienes cinco posturas que te van a ayudar mucho en tu día a día para liberar mente y cuerpo.

Postura de gato/vaca

La combinación de estas dos posturas
mueve tu columna a través de un amplio rango de movimiento, afectando tanto la parte delantera como la trasera de la columna. Cuando abres el pecho en la posición de vaca, estiras la parte del cuerpo que se relaciona con tu sistema nervioso simpático (lo que produce la respuesta de lucha o huida). Y cuando redondeas la espalda en la posición del gato, estiras la parte del cuerpo que se relaciona con el sistema nervioso parasimpático (la parte relajada de tu sistema nervioso).

Mujer haciendo yoga/UNSPLASH

A partir de los 50 años, las articulaciones comienzan a perder flexibilidad. Al moverte con fluidez entre estas dos posiciones de yoga referidas, se masajean las articulaciones y los tejidos alrededor de la columna, manteniéndolos
suaves, flexibles y jóvenes. Vas a notar cómo recuperas la movilidad y elasticidad.

Postura de estocada

La postura de estocada estira los flexores de la cadera y los músculos psoas, que conectan tus lumbares con la parte superior de los muslos. El psoas puede contraerse si pasa gran parte del día sentado. También se contrae cuando te estresas. La menopausia y sus síntomas cambiantes pueden provocar una respiración superficial. Estirar el psoas libera la respiración y libera la tensión acumulada.

Postura del abanico

La postura del abanico tiene muchos beneficios. A medida que envejeces, tus músculos se acortan y tensan. Los dos grupos musculares más afectados son los isquiotibiales y la cara interna de los muslos. La postura del abanico trabaja sobre ambos. El estiramiento es una forma de involucrar directamente al sistema nervioso. Por eso nos sentimos tan relajados cuando nos estiramos.

Mujer haciendo yoga/UNSPLASH

La postura del abanico también es una inversión. Cuando la cabeza está más baja que el corazón, se activan receptores que reducen la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la actividad mental. Esta es una variación tan segura como refrescante respecto a otras inversiones más complicadas.

Postura de la esfinge

Las posturas de apertura del pecho estimulan el sistema nervioso simpático y contrarrestan la lentitud y la depresión. Las poses estimulantes como la esfinge son a la vez energizantes y rejuvenecedoras. La postura de la esfinge es una alternativa fácil a las flexiones hacia atrás más desafiantes.

Pose de héroe mirando hacia adelante

Esta es una de las
poses favoritas de todas las mujeres mayores de 50 años que también son amantes del yoga. Estira la parte interna de los muslos, estimula la parte delantera de los muslos, estira la columna vertebral y, debido a que la cabeza está más baja que el corazón, calma y refresca el sistema nervioso.

También
rejuvenece directamente la región pélvica. Si sientes tensión en los muslos o tienes problemas en las rodillas, asegúrate de colocar una manta enrollada detrás de las rodillas a la hora de practicar esta pose, que por lo demás es de lo más sencilla y te va a aportar muchos beneficios.