Con toda entereza, Jane Fonda ha anunciado en sus redes sociales que padece el linfoma no Hodgkin, un tipo de cáncer que en su caso va a requerir quimioterapia para poder vencerlo. Pertenece a un grupo de cánceres de la sangre que generalmente se desarrollan en el sistema linfático y tiene una procedencia genética adquirida. No se nace con ellos. Y tiene buen pronóstico… si se coge a tiempo.
Ocurre cuando los genes dentro de ciertas células mutan o cambian. En este caso, las células afectadas son los linfocitos B (células B) o los linfocitos T (células T) que forman parte del sistema inmunitario. Y hay más de 70 tipos de linfoma no Hodgkin. La buena noticia: las personas viven más tiempo con estas afecciones gracias a los nuevos tratamientos, incluidas las terapias dirigidas. En algunos casos, los tratamientos eliminan todos los signos y síntomas del linfoma no Hodgkin y curan la afección. En casos más graves, el objetivo del tratamiento es poner la enfermedad en remisión durante el mayor tiempo posible.
¿Son comunes los linfomas no Hodgkin?
Efectivamente, son relativamente comunes. En Estados Unidos, y en general en todo el mundo occidental, este grupo de afecciones suponen el sexto cáncer más común entre las mujeres y representan aproximadamente el 3% de todas las muertes relacionadas con afecciones tumorales en todo el mundo. Suele afectar a personas de 60 años o más y son un poco más comunes en hombres que en mujeres.
¿Cómo afecta el linfoma no Hodgkin al cuerpo?
Realmente, el linfoma no Hodgkin no es una sola enfermedad. Hay muchos tipos diferentes de linfomas no Hodgkin. Estos tipos tienen los mismos síntomas. Sin embargo, cada tipo de linfoma puede afectar al cuerpo de diferentes maneras. Por ejemplo, ciertos tipos de linfoma no Hodgkin se propagan más rápidamente que otros, unas variantes afectan a órganos como el bazo y el hígado mientras otras se manifiestan en la piel.
Algunos linfomas no Hodgkin también pueden afectar el sistema linfático y la capacidad para combatir infecciones. El sistema linfático es una red de órganos, vasos y ganglios linfáticos que trabaja con su sistema inmunológico. Los linfomas no Hodgkin surgen cuando los glóbulos blancos conocidos como linfocitos mutan o cambian. Entonces se convierten tumores.
¿Qué ocurre cuando se convierte en agresivo?
Las condiciones más graves a veces pueden hacer que el cuerpo sea más vulnerable a infecciones potencialmente mortales, otros tipos de cáncer o enfermedades del corazón. Los estudios muestran que en general el 73% por ciento de las personas con estas afecciones permanecen vivas cinco años después de su diagnóstico. Si se pilla a tiempo, antes de que se propague la afección, se aumenta considerablemente la esperanza de vida. Es lo que parece haber ocurrido con Jane Fonda, dado su optimismo.
¿Cuáles son los síntomas de los linfomas no Hodgkin?
Los linfomas no Hodgkin causan muchos síntomas. Es importante recordar que muchos de ellos son relativamente comunes y están relacionados con muchas condiciones. El simple hecho de tener estos síntomas no significa que se desarrolle un linfoma no Hodgkin. Pero siempre conviene estar alerta. Entre los síntomas comunes está la aparición de ganglios linfáticos inflamados en el cuello, las axilas o la ingle, algo que debe ponerte en alerta.
También si se siente dolor o hinchazón del vientre, aunque este no es un signo de enfermedad grave. Un dolor en el pecho puede ser un síntoma de un linfoma no Hodgkin en los tejidos de los pulmones o en los ganglios linfáticos dentro del pecho. Además, los linfomas no Hodgkin en los vasos linfáticos bloqueados pueden causar tos. Otros síntomas (tan comunes que tampoco pueden considerarse definitivos) pueden ser dificultad para respirar, cansancio persistente, fiebre recurrente, sudores nocturnos, pérdida de peso repentina sin motivo aparente o sensación de saciedad sin haber comido más de lo normal.
Tratamiento del cáncer
El linfoma no Hodgkin generalmente se trata con quimioterapia o radioterapia, aunque es posible que algunas personas no necesiten tratamiento de inmediato. En algunos casos, si el cáncer inicial es muy pequeño y se puede extirpar durante una biopsia, es posible que no se necesite ningún tratamiento adicional. El plan terapéutico recomendado dependerá de la salud general del paciente y edad, ya que muchos de los tratamientos pueden ejercer presión sobre el cuerpo.
Si el linfoma no Hodgkin es de bajo grado (tiene un desarrollo lento) y el paciente está bien, a menudo se recomienda un período de espera hasta conocer el desarrollo con controles periódicos. Esto se debe a que algunas personas tardan muchos años en desarrollar síntomas molestos y, a menudo, se considera innecesario comenzar el tratamiento de inmediato.
Jane Fonda ya ha anunciado que la quimioterapia es el tratamiento de elección por parte de su equipo médico, lo que implica el uso de medicamentos para destruir las células cancerosas. Puede usarse sola, combinado con terapia biológica o junto a radioterapia. Lo normal es que reciba quimioterapia a través de un goteo directamente en una vena (quimioterapia intravenosa), como tabletas que se toman por vía oral o una combinación de ambas.
La quimioterapia generalmente se administra durante un período de algunos meses de forma ambulatoria, lo que significa que recibe el tratamiento durante el día y no debería tener que permanecer en el hospital. La mayoría de los efectos secundarios deberían pasar una vez que haya terminado el tratamiento. Y las esperanzas de vida hoy en día son muy satisfactorias.
