El Ppresidente Alberto Fernández fue recibido este lunes por el canciller de Alemania, Olaf Scholz, en el complejo de Schloss Elmau, en Múnich, donde tendrá lugar la reunión de los Jefes de Estado y de Gobierno del G7, el foro que nuclea a las economías más poderosas del mundo.

Luego de la recepción protocolar, el mandatario argentino formó parte de la tradicional foto de familia de los líderes del G7, para la cual fue ubicado entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro británico, Boris Johnson.

Fernández mantendrá una serie de encuentro bilaterales y formará parte de las reuniones plenarias del foro político.

En tanto, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que integra la comitiva oficial, destacó que «para Argentina es muy importante estar sentada en el G7», en declaraciones a Radio 10.

«Que Argentina esté sentada en esta mesa tiene que ser visto como un reconocimiento y como una enorme oportunidad a futuro», remarcó el titular de la Cámara baja.

Como parte de su participación en el G7, el presidente Fernández mantendrá a las 17.45 (hora de Alemania) una reunión bilateral con el primer ministro británico, Boris Johnson, un encuentro que concita especial atención luego de la reciente resolución del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas que instó a la reanudación de las negociaciones por la soberanía de las Islas Malvinas.

Según pudo saber Télam a través de fuentes diplomáticas, la reunión fue «solicitada por el Reino Unido».

En la cumbre del G7, en tanto, se prevé un debate sobre los efectos de la guerra en Ucrania y la crisis alimentaria derivada de ese conflicto.

Antes de regresar a la Argentina, el Presidente también mantendrá bilaterales con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y por la noche, durante la cena del G7, con el premier japonés, Fumio Kishida.

Respecto de la temática a tratar con Johnson, fuentes del Gobierno confiaron a esta agencia que «mañana (por el lunes) se verá cuáles son los temas que llevan los británicos a la mesa», pero aclararon que «la agenda de la Argentina es obvia, más aún cuando venimos de aprobar la resolución Malvinas del Comité de Descolonización«.

La última semana, ese órgano de la ONU aprobó por consenso una resolución que llama al diálogo por la soberanía de las Islas Malvinas y restantes archipiélagos bajo control británico.

Antes de que se conociera la realización de la bilateral, se había adelantado que la temática de Malvinas aparecería en alguna de las intervenciones que realizará el presidente Fernández, ya sea durante sus discursos en las mesas de debate o en el plenario en el que los mandatarios intercambian impresiones en modo de diálogo.

A causa de la disputa de soberanía que se remonta a la década de 1830 y con posterioridad a la guerra de 1982, las relaciones entre ambos países ha pasado por altibajos y desencuentros: desde la política de «seducción» a los isleños por parte del Gobierno de Carlos Menem, el «paraguas de soberanía», el embargo a la compra de armamentos para las Fuerzas Armadas, hasta la depredación de los recursos del Atlántico Sur y la militarización de las Islas, entre otras.