Cuando Rui Pedro Braz embarcó rumbo a Brasil hace unos días lo hizo con dos objetivos claros -cerrar la venta de Éverton a Flamengo y la compra de David Neres, del Shakhtar Donetsk- y uno potencial: que Enzo Fernández acepte mudarse a Lisboa en el próximo mercado estival.
El director deportivo de Benfica incluyó en su itinerario la posibilidad de aprovechar su estadía en Sudamérica para hacer escala en Buenos Aires, aunque con una postura más agresiva: sólo hará el check-in en Ezeiza si están dadas las garantías de que el volante de River aceptará irse vía rescisión y a cortísimo plazo.
Fernández y Braz entonces sólo se volverán a ver las caras si el futbolista se replantea la postura que mostró el 17 de mayo, cuando se reunió con el directivo portugués en el VIP de un restó de la Costanera. En aquel meeting, Enzo quedó encantado con el proyecto que le presentó Benfica, incluso con el borrador de contrato por cinco temporadas que le pusieron sobre el mantel, aunque al mismo tiempo remarcó que desea terminar la Libertadores con River.
¿Si puede darse un nuevo contacto de club a club? Una semana después de encontrarse con Fernández, Braz también mantuvo en mayo un encuentro con Enzo Francescoli y Matías Patanian: allí les recalcó que Benfica es una vidriera europea y que sus inversiones no sólo se amortizaron sino que dieron ganancias superiores a los € 600 M.
Enzo Fernández, tapa en Portugal.
Eso dejó planteado un potencial escenario de negociación en el cual la institución argentina podría quedarse con un porcentaje de una futura venta por aún más dinero. Sin embargo, en aquella charla la postura del CARP fue clara: el club no tiene intenciones de desprenderse de Fernández a corto plazo pues lo contempla en sus planes para la exigente triple competencia que tiene por delante.
Y esto entonces choca con las pretensiones de Benfica: con capacidad económica como para afrontar la rescisión de Fernández (€ 20 M) por la reciente venta de Darwin Núñez al Liverpool en € 100 millones, irá a fondo. Y con argumentos: el alemán Roger Schmidt desea contar cuanto antes con Enzo Fernández y con el resto de las incorporaciones para poder preparar los partidos de tercera ronda clasificatoria de la Champions League que se disputarán las dos primeras semanas de agosto (el 18 de julio se sortearán los cruces).
Ya había sido tapa de Record.
Es decir, al mismo tiempo que se estarían celebrando los cuartos de final de la Libertadores que River -de sortear primero a Vélez- disputará ante Colón o Talleres. Entonces la decisión será de Enzo Jr.: si acepta ejecutar su rescisión o bien, si rechaza la posibilidad de salir de inmediato amparado en la posición que hizo pública en diálogo con la LPF: que “no estoy ansioso por emigrar” incluso cuando un traspaso a Europa es “un objetivo” porque entre otras cosas quiere ganar la Copa con River.
La Libertadores es prioridad para EF (AFP).
El jugador entiende que su perfil ya está rondando por las oficinas UEFA: sólo en 2022 aportó nueve goles y seis asistencias contando la Copa de la Liga (7/5) y la Libertadores (2/1) y esto atrajo el interés de clubes ABC1 como Milan -su Jefe de Scout envió informes muy positivos desde Buenos Aires- además de Real Madrid, Manchester United, Juventus… Aunque es el Benfica el único que ha dado todos los pasos como para contratarlo en junio.
La pelota, como siempre, la manejará Enzo. De él dependerá cómo sigue el juego.
A Enzo le hacen marca personal
Si bien el Benfica es el que está dando todos los pasos para quedárselo, lo cierto es que hay otros equipos pesados como el Milan, el Manchester United o el mismísimo Real Madrid observando cada vez más de cerca al volante box to box de Gallardo y con la posibilidad siempre latente de que de un día para el otro vengan a llevarse a Enzo por una cifra que está a cada partido más lejos de parecer un blindaje.
