El Villarreal había conseguido el objetivo inicial en el primer tiempo: los dos goles para igualar la serie de semifinales de la Champions ante el Liverpool. Hasta ese momento, el partido iba a tiempo extra y después a penales, con un global de 2 a 2. El match era bastante intenso, también con tensiones porque había mucho en juego.
Hasta que hubo un quiebre: a los 17 minutos de la etapa inicial, Fabinho quedó mano a mano y su derechazo fue gol gracias a la floja respuesta de Rulli, ya que la pelota le pasó entre las piernas.
El Submarino Amarillo sintió el impacto: cinco minutos después, Luis Díaz recibió un centro su cabezazo fue el 2 a 2 que prácticamente sentenció la serie. En esta jugada, el ex arquero de Estudiantes estaba jugado, pero la pelota volvió a pasarle entre los pies.
Pero Rulli también tuvo responsabilidad en el tercer gol de los Reds: una salida con pase largo, quiso anticipar a Mané y le erró a la pelota. Su error de cálculo se pagó con el 3 a 2 del senegalés, el 5 a 2 global, ya nadie en la afición amarilla tenía ilusiones…
