Pasan los partidos y no aprende de sus propios errores. Pasan los partidos y las oportunidades se le siguen escapando. Pasan los partidos y cada vez se hunde más en la tabla. Quilmes no logró sostener una vez más el resultado a su favor y terminó empatando un encuentro que parecía tener en el bolsillo.
El Cervecero salió con todo en busca de torcer la difícil situación que se encuentra atravesando: controló la pelota, oprimió a su rival y fue decidido a quedarse con los tres puntos. Necesitado, el Chino Benítez apostó con una línea de tres centrales y la presencia de Martín Ortega y Agustín Bindella, dos pibes del club, por las bandas, la dinámica de Kevin López y Santiago López García por la mitad del campo, y Tomás Blanco acompañando arriba a Mariano Pavone.
Sin embargo, pese a los intentos, el local no pudo sacar provecho de sus mejores minutos en el primer tiempo. Le costó llegar con peligro ante un Tricolor que le regaló la tenencia y se tiró unos metros atrás para salir de contra. Y ojo, porque el plan casi le sale a la perfección a Pablo Vicó. ¿Por qué? A los 34’, Matías Sánchez convirtió un gol que fue bien anulado a instancias del línea N° 1, Javier Uziga, por una clara posición adelantada.
En la segunda parte, Quilmes empezó ganando con un golazo: Tomás Blanco capturó un rebote y clavó una tijera preciosa para ponerse en ventaja. Sin embargo, al igual que le sucedió contra Sacachispas y Agropecuario, no pudo sostener el 1-0 ya que Matías Sánchez, solito al lado del palo, empujó la pelota tras un rebote que dio Budiño.
Así, ya acumula siete sin ganar (6PE y 1PP) y no parece tener rumbo.