No es sólo la camiseta. Claro que no. Detrás de la casaca, de la alternativa, de la amarilla que usó Boca en La Plata, de la que estrenó con triunfo ante Estudiantes para sacarle el invicto al Pincha y volver a meterse en zona de clasificación en la Zona B, y de la que usará por primera vez a nivel oficial en un superclásico (no hay registros cercanos de algo así), hay otra historia.

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Advíncula festeja con la amarilla en La Plata ( foto MARCELO CARROLL)

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Una historia que el fútbol no desconoce pero que a veces prefiere esconder. Una historia que tanto en el predio de Ezeiza como en Brandsen 805 es un secreto a voces. Una historia de creencia, de espiritualidad, de fe. En efecto, el pedido (aprobado) a la Liga para que el Xeneize juegue este domingo con otra camiseta que no sea la tradicional surgió desde el Consejo de Román. La recomendación, dicen en el club, nació desde otro tipo de consejo…

Lo de la camiseta amarilla no es marketing. Eso descartalo”, aseguran en Boca. El estreno de la casaca en homenaje a los 30 años del predio de Casa Amarilla ya se dio contra Estudiantes y no había la necesidad de extenderlo al Monumental. Contra River, de hecho, el Xeneize siempre jugó con la azul y oro clásica. Son tan contrapuestos los diseños, tan diferentes los colores, que nunca hubo necesidad de modificar lo que para muchos es una tradición más del superclásico: que ambos equipos salgan a la cancha con su indumentaria emblemática, la que más representa a los hinchas.

Más que una cábala…

Sin embargo, el pedido de Boca, en un primer momento, sonó a cábala. Como el debut de “la amarilla “ ante Estudiantes había sido auspicioso, la primera lectura fue directo ahí: continuar con la buena vibra que el equipo tuvo en La Plata y eso, en el fútbol, muchas veces se traslada a la indumentaria. Sin embargo, con el correr de las horas, al menos en el club, la versión fue girando.

“En los pasillos de acá se habla de un chamán”, fue la revelación que nació desde las entrañas de la Bombonera. “Hace un tiempito que alguien viene ‘trabajando’ en esto que el fútbol también cree, je”, agregó otra fuente. “La recomendación fue precisa, contundente: ‘El domingo, usen la amarilla’”, remató.

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Boca y su nueva camiseta.

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Creer o reventar, al fin de cuentas, de eso se alimentan estas historias. En Estudiantes, en algún momento, ya era hasta visible la presencia al lado del banco de suplentes del Brujo Manuel de Gorina, que falleció el año pasado, y que también había “ayudado” a la Selección Argentina a su clasificación al Mundial de Rusia 2018, el día que Messi metió tres goles ante Ecuador en Quito. Y en Boca, el Pincha tiene algunos lazos. En el Consejo y también en la cancha…

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El tarot

No es todo. Hace unos meses, Giorgio Armas, astrólogo y tarotista xeneize, advirtió en Olé que “la Bombonera está sucia desde hace mucho tiempo. ¿Por qué sucia? Porque como a Boca le fue bien durante mucho tiempo, nos hicieron daño a través de la magia negra brasileña para tumbarnos”, contó y hasta se ofreció a combatir ese tipo de hechizo. Cuentan que esa declaración no pasó inadvertida. Desde entonces, en el club empezaron a creer en estas cuestiones esotéricas y a estar más atentos a la posibilidad de volcar esas fuerzas a favor.

“Me resulta difícil de creer, Riquelme no es cabulero, no le interesa eso”. La otra campana que dan en Boca, claro, apunta a desestimar cualquier decisión (en principio, la de la camiseta amarilla) que vaya de la mano con la superstición. Sin embargo, tampoco se esgrime otra razón por la que Boca jugará el domingo con esa casaca ni desconocen como instalada la versión del trabajo de “un brujo o chamán”. Y no es sólo para elegir un color de camiseta, sino para cambiar la energía y realizar “una limpieza” que aleje las “fuerzas negativas”.

La victoria ante Estudiantes, por lo pronto, cambió el semblante anímico del equipo y se vio otra expresión futbolística. Incluso, hasta salvó el ciclo de Battaglia, que asomaba en crisis y hasta con pronóstico de final. Una reacción que Boca apunta a ratificar ahora nada menos que contra River en el Monumental, para dar otro golpe de efecto, para reconfirmar el despertar en el juego del equipo y para volver a creer. Creer. De eso se trata…

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