No es de extrañar que cada vez haya más legiones de adeptas al yoga. La postura de la mariposa te relaja, la pose de la silla mejora tu espalda, la cobra trabaja tu autoesima… Muchas posturas y diferentes beneficios. Y si lo que buscas es trabajar los músculos de tus piernas, nada mejor que la pose del guerrero. Imprime energía a tus piernas, tonifica tus músculos… ¡Y es muy sencilla!

Cómo hacer la pose del guerrero

Ante ti tienes a una de las posturas básicas y más conocidas del yoga. Lo primero que tienes que hacer es levantarte y separar los pies más allá de la alineación con los hombros. Pon el pie derecho mirando hacia el ancho de la alfombra o colchoneta y los dedos del pie izquierdo hacia adelante mirando el borde largo. A continuación, dobla la rodilla derecha mientras mantienes la pierna izquierda recta y fuerte. Pon tu mirada en la rodilla delantera y comprueba que se se extiende más allá de tu tobillo.

Después, levanta los brazos hasta la altura de los hombros y extiéndelos. Presiona con fuerza tu rodilla delantera hacia afuera. Si te es posible, haz una flexión de 90 grados en la pierna delantera para alargar y estirar la ingle y los músculos internos del muslo. Si tu rodilla no puede llegar tan lejos, tampoco te preocupes. Hasta donde puedas.

Luego presiona hacia abajo a través del talón delantero y siente cómo se activan los cuádriceps, los isquiotibiales y los glúteos. Presiona el borde exterior de tu pie trasero firmemente contra el piso. Nota cómo los músculos de la pantorrilla, los cuádriceps y los isquiotibiales se activan.

Mantén esta postura entre 30 y 60 segundos. A continuación, invierte los pies para poner a trabajar a todo el cuerpo y repite durante el mismo período de tiempo en el otro lado. Alterna todas las veces que desees.

¿Cómo puede beneficiar el yoga a tus piernas y rodillas?

Hacer posturas de yoga específicas como la del guerrero puede ser especialmente útil para mejorar el equilibrio, la estabilidad, la fuerza y la flexibilidad en los cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y pantorrillas. Algunas posturas también pueden ayudar a aliviar el dolor en las piernas causado por estar de pie.

En el yoga, es relativamente habitual realizar posturas de fuerza en los pies y ciertas posturas de equilibrio hasta hacer que las piernas tiemblan. Esto te permite sentir que los músculos se activan para crear una conexión especial entre mente y cuerpo. Lo que hace que algunas posturas de yoga sean tan beneficiosas para las piernas es el equilibrio que se produce entre el fortalecimiento y el estiramiento, algo clave para tener unas extremidades más sanas, fuertes y flexibles.

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