Para empezar, beber agua adelgaza. Por supuesto, también hidrata. Y además afecta positivamente a tus niveles de energía y función cerebral, entre otras cosas. Y no tienes por qué beberla sola. Por ejemplo, ¿has probado a tomar agua con limón? Y si de vez en cuando quieres algo de variedad, tampoco pasa nada por tomar agua con gas. Una vez que conoces lo importante que es su consumo, lo siguiente es conocer cuánta cantidad debes beber al día. Dos litros es el estándar, pero no te quedes en eso. Quizá necesites bastante más.

El cuerpo es aproximadamente un 60 por ciento de agua y pierdes líquido constantemente a lo largo del día, principalmente a través de la orina y el sudor, pero también debido a funciones corporales normales como la respiración. Para prevenir la deshidratación, es necesario ingerir mucha agua en forma de bebidas y alimentos.

La recomendación general de dos litros

Los expertos en salud recomiendan comúnmente ocho vasos de agua al día, lo que equivale a unos dos litros por jornada. Sin embargo, la mayoría de los nutricionistas creen que es necesario beber agua constantemente durante el día, incluso sin tener sed. Como ocurre con la mayoría de las cosas, es según las necesidades de cada cual y depende de circunstancias muy particulares.

Uno de los mayores condicionantes es el lugar en el que vives o pasas la mayor parte del tiempo durante el día. Necesitará más agua en ciudades calurosas, húmedas o secas. También necesitarás más agua si vives en una zona montañosa o a una gran altitud.

Tu dieta también es determinante. Por ejemplo, si bebes mucho café y otras bebidas con cafeína, es posible que pierdas más agua por la micción adicional. Es probable que también necesites beber más si tu dieta es rica en alimentos salados, picantes o azucarados. De la misma forma, se necesita beber más si no consumes muchos alimentos hidratantes con alto contenido de agua, como frutas o verduras.

Temperatura y hábitos de vida

La temperatura o la estación del año también son muy importantes para determinar cuánto líquido necesitas diariamente. Es posible que necesites más agua en los meses más cálidos que en los más fríos debido a la transpiración. Y si pasas más tiempo al aire libre bajo el sol o sometida a temperaturas altas o en una habitación con calefacción, es probable que sientas antes la necesidad de reponer.

Tu actividad diaria también debe tener una respuesta adecuada a tus necesidades de líquidos. Si te mantienes activa durante el día, caminas o estás mucho tiempo de pie, necesitarás más agua que alguien que esté sentada en un escritorio. Si haces ejercicio o realizas alguna actividad intensa, deberás beber más para cubrir la pérdida de agua.

El último condicionante importante es tu salud. Si tienes una infección o fiebre o si pierdes líquidos a causa de los vómitos o diarrea, deberás beber más agua. Si tienes un problema de salud como la diabetes, también necesitarás más líquido. Y algunos medicamentos como los diuréticos también pueden hacer que pierda agua. Igual si estás embarazada: trabajarás por dos.

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