El escándalo arrancó en la cancha, con el árbitro otra vez (polémico) anulándole un gol a Boca vía VAR y con el cruce entre los jugadores de los dos equipos. Siguió con la eliminación por penales del Xeneize y terminó con el caos en la puerta del vestuario visitante: los muchachos de Miguel Russo quisieron ir a increpar a Esteban Ostojich, pero fueron reprimidos con gases de la Policía en la puerta de los camarines. Y explotó todo.

Volaron gases, vallas, manos, insultos. Los jugadores de Boca estaban sacados, no sólo por el bochorno del VAR, sino que se cruzaron feo con la Policía y con la gente de seguridad de Atlético Mineiro.

Los jugadores estaban en el vestuario mientras Miguel Angel Russo, Raúl Cascini, Leandro Somoza y otros directivos tuvieron un cruce de palabras con algunas personas de seguridad del Mineiro por lo que había sucedido, pero ése fue el inicio del papelón bochornoso y violento que se vino: los tonos comenzaron a elevarse, se plantó Cascini, volaron algunas piñas, se empezó a desbordar todo y hasta Russo comenzó a los empujones.

​LA POLICÍA ARROJÓ GASES EN LA PUERTA DEL VESTUARIO DE BOCA​

Los jugadores de Boca fueron llegando a la zona del desborde y todo fue para peor: Izquierdoz y Rojo comenzaron a las trompadas limpias con la seguridad brasileña, la policía empezó a lanzar gases lacrimógenos a los visitantes. El Patrón Bermúdez, otro miembro del Consejo presente, también estaba fuera de sí defendiendo a los suyos. Todo era un caos. Un desborde.

Sérgio Coelho, presidente de Mineiro, lanzó botellas de agua contra los jugadores de Boca en medio de los incidentes en los pasillos de los vestuarios, con Nacho Fernández intentando calmarlo.

Fernando Gayoso, entrenador de arqueros del Xeneize, expulsado durante el partido, también era otro de los que estaba muy caliente y no lo podían frenar. Marcos Rojo estaba tan fuera de sí que en un momento ¡agarró un matafuegos!

LA AGRESIÓN DEL PRESIDENTE DEL MINEIRO A LOS JUGADORES DE BOCA

Todo terminó con la delegación de Boca buscando refugio en el vestuario atacado con gases por la Policía. Una barbaridad, una noche escandalosa de Copa Libertadores.

Boca todavía sigue en el estadio. La Policía quiere llevarse detenidos a Villa y a Zambrano y el mensaje desde adentro es «o nos vamos todos, o no se va nadie».

Texto en desarrollo.

EL TOLE TOLE ENTRE LOS JUGADORES EN EL CAMPO DE JUEGO​

LA PALABRA DEL PULPO​

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