Patricia Bullrich aterrizó en Córdoba el sábado 7 de noviembre a la noche. La presidenta del PRO tuvo reuniones, visitó Alta Gracia y estuvo con los bomberos que lucharon contra el fuego y este domingo 8 de noviembre protagonizó el banderazo contra el Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Se subió a un escenario improvisado y con un altavoz en mano le agradeció a la gente. Recordó el cacerolazo en los centros urbanos de 2012: “Esa participación ciudadana fue en gran parte el principio de Juntos por el Cambio”, dijo. Luego, en su cuenta oficial dejó un mensaje: «Junto al pueblo de Córdoba, y también desde muchos otros lugares de la Argentina, vinimos a pedirle a los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli que no renuncien a sus causas. Por ellos, en defensa de las instituciones y por el futuro, hoy nos sumamos al banderazo #8NTodosALasCalles».

Aquel cacerolazo fue contra Cristina Kirchner. Una de las principales consignas que movilizó a la oposición en ese momento fue una eventual reforma de la Constitución que promovía un sector del entonces oficialismo.

Pero la justicia estaba también en debate con la “democratización” que era promovida por la propia Cristina. 

“¡Se siente, Pato Presidente!” “¡Vamos a volver a ser gobierno en 2023!”, con esas consignas los manifestantes rodearon al auto de Bullrich, que se bajó y empezó a saludar, sacarse fotos y a agitar una bandera, acompañando los cánticos.

Córdoba le dio la victoria a Mauricio Macri en 2015 y le permitió recuperarse en la segunda vuelta de 2019, pese a que no le alcanzó para lograr su segundo mandato. Es un enclave que le sienta bien al macrismo y por eso la llegada de Bullrich fue tan aclamada. 

Bullrich también se reunió con dirigentes de Juntos por el Cambio de Córdoba. No resigna su perfil protagónico en el PRO y quiere disputar un lugar de liderazgo en Juntos por el Cambio. Otros dirigentes de Juntos por el Cambio, como Hernán Lombardi y Fernando Iglesias estuvieron en el Obelisco. 

MC