Sara Flamenco

Son muchas las veces que llega la hora de la cena y
comes lo primero que encuentras en la nevera. A no ser que hayas sido previsora y tengas preparada una rica cena alta en proteínas y baja en calorías, puedes caer en la tentación de una pizza o una hamburguesa. Y eso está bien como excepción, pero no como regla.

Una buena opción para prepararte una cena ligera que sea además saciante, nutritiva y baja en calorías, es el caldo de huesos
. Además, con la llegada del frío, no hay nada que nos siente mejor que un buen tazón de caldo caliente. Y no creas que te quedarás con hambre, ya que se trata de un plato muy contundente.

Puedes hacerlo de huesos de cerdo, de ternera, de pollo… y siempre acompañado de las verduras que más te gusten, aunque lo que mejor le sienta es la zanahoria, el puerro, el apio y el nabo. Y si lo quieres hacer bien, prepárate para que estén horas y horas cociendo para que suelte todo su colágeno
.

Beneficios de incluir el caldo de huesos en la cena

1. Un alimento muy nutritivo: el calso de huesos se trata de una receta increíble para la hora de la cena, ya que está lleno de nutrientes muy interesantes como colágeno, gelatina, aminoácidos y minerales (calcio, magnesio, fósforo). Todo esto es muy beneficioso para la salud de los huesos, las articulaciones y la piel.

2. Mejora el funcionamiento del sistema digestivo: el colágeno y la gelatina presentes en el caldo de huesos, son maravillosos para mejorar la salud intestinal. Estos dos nutrientes pueden contribuir a la reparación de la mucosa intestinal y facilitar una mejor digestión, lo que evita también la inflamación.

El caldo de huesos tiene muchos beneficios para la salud. / Foto de Nadin Sh en Pexels.

3. Fortalece el sistema inmunológico: ciertos aminoácidos que contiene el caldo de huesos, como la glutamina, mejoran la función de la barrera intestinal al actuar como fuente de energía de las células epiteliales del intestino delgado y mejoran la integridad de la mucosa.

4. Maximiza la hidratación: el caldo es una excelente manera de mantenerse hidratado, especialmente si se consume caliente, lo que es una ventaja en los meses más fríos del año. Además, si se elabora con vegetales además de los huesos, aporta electrolitos, lo que hace que la hidratación sea más efectiva.

5. Una cena muy saciante: el caldo de huesos es rico en proteínas y nutrientes que pueden ayudarte a sentirte más lleno por más tiempo. Consumir una taza de caldo de huesos antes de las comidas principales puede reducir el apetito y la cantidad de alimentos que ingieres, lo que puede contribuir a una ingesta calórica total reducida.

6. Bajo en calorías: el caldo de huesos es bajo en calorías pero alto en nutrientes, lo que lo convierte en una opción excelente para sustituir alimentos más densos en calorías en tu dieta. Al agregar caldo de huesos a tus comidas, puedes reducir la cantidad de calorías que consumes sin sacrificar nutrientes.

7. Mejora el estado de la piel y las articulaciones: el caldo de huesos contiene la mayor fuente de colágeno dietético. Además, incluye zinc y magnesio, que ayudan a mantener la piel hidratada y combatir la inflamación, así como vitamina C, que estimula la producción de colágeno y promueve la regeneración celular.