Lidia A. Costa

La princesa consorte de Mónaco, la exnadadora profesional de origen sudafricano Charlene Wittstock, es una mujer de gran elegancia y presencia imponente. Su físico atlético y gran altura hacen que destaque sobre el resto de damas de la familia Grimaldi.

La esposa de Alberto de Mónaco se ha adaptado bien a los mandatos estéticos de una mujer de su rango, y más en un lugar como el pequeño y glamouroso principado. Sus looks podrán gustar más o menos, pero siempre son adecuados a la situación.

En las cenas de gala adopta estilismos muy sofisticados y con profusión de brillos metalizados. Y en los eventos más informales prefiere el combo de chaqueta y pantalón en diferentes versiones. En invierno apuesta, además, por los abrigos estructurados y de factura perfecta.

Charlene de Mónaco, estilo impecable

Nacida el 25 de enero de 1978 en la antigua Rodesia, actual Zimbaue, y criada en Sudáfrica, esta exnadadora profesional sigue siendo un gran enigma dentro de la familia Grimaldi. Casada con el príncipe Alberto de Mónaco desde 2011, con quien tiene a los mellizos Jacques, el heredero y Gabriella, desde el primer momento ha sido una importante apuesta fashion dentro de la familia de su marido.

Charlene de Mónaco con blazer azul marina y pantalones blancos. / GTRES

Es cierto que su cuñada Carolina, así como las sobrinas de su marido –con Carlota de Mónaco a la cabeza– y las cuñadas de esta, Tatiana Santo Domingo y Beatrice Borromeo, son mujeres de un estilazo incuestionables. Y gracias a su alianzas con maisons de lujo como Chanel y Dior sus looks son siempre una maravilla. Incluso si van en vaqueros.

Pero los gustos de Charlene de Mónaco, aun siendo muy diferentes a los de las otras damas de la familia, también son dignos de tenerse en cuenta. Siente especial predilección por los pantalones, ya sean combinados con chaquetas y americanas, o en versión mono. Y no suele renunciar a la comodidad por nada del mundo. Eso sí, cuando se trata de looks de noche o de gala, no escatima en sofisticación luciendo brillos metalizados, volúmenes y detalles de glamour que son una fantasía.

Blusa Bruna, en algodón y lino a rayas, de CULTO1150 (149 €). Pendientes Port, con baño de oro, de SINGULARU (29, 99 €). Camisa con volante en el bajo, de SANDRO (195 €). Pantalón con bolsillos frontales, de LA REDOUTE COLLECTIONS (32, 49 €). Zapato Phoebe en rejilla, de MASCARÓ (134, 50 €). Bolso bandolera en piel, de HEREU (109, 55 €). Zapato destalonado, con tacón cuadrado, de MAJE (177 €). Pantalón con botones frontales, de INDI & COLD (C.P.V.). Blazer de lino cruzada, de SIMORRA (178 €). / MUJERHOY

Es consciente de que su punto fuerte a nivel físico es el escote. Sus años de práctica deportiva, especialmente de la natación, han hecho que esta parte de su silueta resulte muy atractiva. Por eso opta con frecuencia por los escotes asimétricos o strapless para darle protagonismo a esta zona de su imponente anatomía.

Charlene, princesa del lujo silencioso en Mónaco

La esposa de Alberto de Mónaco destacó a nivel estilístico desde el mismo día de su boda religiosa, celebrada el 2 de junio de 2011 y en la que lució un maravilloso diseño de Giorgio Armani con escote Bardot, perfecto para destacar su bonito escote y estilizar aún más su esbelta figura. De líneas sencillas y minimalistas, este vestido estaba decorado por más de 40.000 cristales Swarovski, lo que lo convirtió en una verdadera joya a la altura de cualquier otro look nupcial royal. En su boda civil, celebrada el día anterior, optó por un outfit también ideal formado por americana y top lencero con pantalón muy ancho a juego, de la exquisita firma suiza Akris.

Charlene de Mónaco con un mono metalizado en el Baile de la Rosa. / GTRES

Pero la princesa consorte se ha convertido con el tiempo en una ávida consumidora de las firmas de lujo, incluidas sus propuestas de alta costura, más conocidas a nivel internacional. Lo que ocurre es que lo luce en clave «silenciosa», sin apenas logos que las identifique y con piezas de diseños elegantes y discretos. Es el caso de Louis Vuitton, a cuyos desfiles incluso ha acudido en alguna ocasión en calidad de VIP. Pero también siente fascinación por casas célebres como la maison Dior, Valentino, Tommy Hilfiger, Ralph Lauren o la firma inglesa Burberry.

En invierno también adora las prendas de cashmere de la firma italiana especializada y de superlujo Loro Piana, y los abrigos de factura perfecta de la diseñadora nacida en Nueva Zelanda pero establecida en Londres Emilia Wickstead, favorita de Kate Middleton. Y para sus accesorios opta también por marcas muy conocidas del mundo del lujo como Prada o Gianvito Rossi, y solo en contadas ocasiones recurres a firmas de su país de origen, Sudáfrica, como la del diseñador Terrence Bray.

Vestido con manga larga y cuello cerrado en plata, de KOAHARI (310 €). Pendientes largos (35, 90 €) y anillo (29, 90 €), en acero con cristales, de RADIANT. Vestido plateado con manga corta, de VILA (80 €). Zapato plateado con broche joya, de BEFREE (79, 95 €). Bolso plateado con forma de corazón, de MAJE (117 €). Zapato Ava, en T y metalizado, de MINT & ROSE (154 €). / MUJERHOY

Como ocurre con otras royals, la sudafricana no renuncia tampoco a lucir de vez en cuando estilismos que
incluyan piezas de Zara, ejemplo del low cost y el fast fashion. Pero su devoción y obsesión por las marcas de moda más exclusivas –es una de las royals que más gastan en vestuario en toda Europa– se ve trasladada también a los estilismos de su hija Gabriella.

La niña, de casi 10 años como su hermano mellizo Jacques, es ya una pequeña fashionista y luce habitualmente ropa y complementos de marcas de lujo como Dolce & Gabbana, Dior, Chloe, Versace o Burberry. Lujo en versión mini que garantiza desde ya una heredera del glamour y la exclusividad que sumar a las nuevas generaciones de la familia Grimaldi. Y es que
madre e hija comparten, incluso, estilismo capilar.