Todos sabemos que beber agua es beneficioso para la salud, pero existen un mito que lo relaciona con la
pérdida de peso. ¿Es este mito real? Como todas las incógnitas realistas, todo tiene sus matices y es que el agua por sí misma no te hará perder peso, pero tiene ciertas capacidades que pueden maximizar los resultados de una dieta saludable y la práctica habitual de ejercicio.
En otras palabras,
el consumo de agua hará que no bebas otro tipo de bebidas más calóricas, contribuirá a que te sientas saciada y ayuda en la oxidación de la grasa, lo que incrementa la posibilidad de que pierdas peso, pero no estamos hablando de una solución milagrosa, como ocurre con las infusiones de las que hemos hablado en otros momentos.
Las recomendaciones generales siempre han sido consumir dos litros de agua al día, aunque esta cantidad varía dependiendo de la persona y el clima de la zona en la que te encuentres. Según los expertos, una mujer adulta debe ingerir unos 2,7 litros de agua por día y un hombre 3,7 litros, pero habrá que añadir más cantidad en épocas calurosas, si entrenamos y sudamos, etc.
Por qué consumir agua nos ayuda a perder peso
1. Actúa como sustitutivo de otras bebidas más calóricas
Es evidente, si bebes agua, no te quedan ganas de beber otras bebidas como refrescos o zumos, que por mucho que sean light o zero también engordan. La pérdida de peso se relaciona con la cantidad de calorías ingeridas en relación con las que quemamos en el día a día, por lo que consumir este tipo de productos hará que aportemos a nuestra dieta una gran cantidad de calorías vacías que te harán engordar.
2. Efecto saciante
El agua ocupa espacio en el estómago, lo que hace que haya ocasiones en las que al beber agua se nos va el hambre. Al beber agua antes de las comidas también estamos ayudando a reducir el apetito y comer menos, por lo que prueba a tomar medio litro de agua media hora antes de las comidas y podrás notar un mejor control del apetito.
3. Ayuda en la oxidación de la grasa
Al consumir agua, nuestro organismo realiza mejor las labores de lipólisis, que es el nombre científico de la ruptura y utilización de ácidos grasos para obtener energía. Todavía faltan estudios para comprobar exactamente este hecho, pero se especula con que tenga que ver con cambios hormonales, ya que la producción de hormonas también necesita agua.
Mujer bebiendo agua mientras da un paseo por el bosque. /
4. Reduce la retención de líquidos
Sí, aunque no lo creas, ingerir agua hará que retengas menos líquidos en tu organismo. Esto se debe a que una correcta hidratación hará que los riñones funcionen mejor, lo que significa que eliminarás las toxinas y sustancias de desecho más eficazmente, evitando la hinchazón de vientre propia de la retención de líquidos.
5. Acelera el metabolismo
El agua puede acelerar nuestro metabolismo porque estimula la termogénesis, la producción de calor en el organismo, sobre todo cuando está frío. El cuerpo tiene que gastar energía para calentar el líquido a la temperatura corporal, y cuanta más energía gaste el cuerpo, más rápido funcionará el metabolismo (un 30% más rápido con el agua a 20 grados).
6. Mejora el rendimiento durante el ejercicio
El agua también es importante para evitar la fatiga y los calambres cuando hacemos ejercicio, por lo que una buena hidratación hará que entrenes con más intensidad. Cuando hacemos ejercicio estamos acelerando el consumo de agua perdiendo electrolitos y minerales que necesitamos para el buen funcionamiento muscular. Cuando las células musculares están deshidratadas,
descomponen las proteínas (es decir, el músculo) más rápidamente y construyen músculo más lentamente.