Toda una semana han tardado Letizia, Felipe, Leonor y Sofía en hacer una salida informal a cenar en Palma de Mallorca. Y, como en otras ocasiones, a su lado han estado la reina Sofía y su hermana, Irene de Grecia. Pero el look de verano de la reina no ha defraudado en absoluto: un vestido que se ajusta a la perfección a su silueta y que iluminaba su rostro ya de por sí radiante de felicidad.
El lugar elegido para la cena de la familia real ha sido Mia Restaurante, la nueva apuesta gastronómica de Gonzalo Cabot, dueño también de Ola del mar, uno de los puntos de referencia para los foodies en Mallorca, que los reyes, sus hijas y la emérita visitaron el año pasado por estas fechas.
Para la ocasión, la reina Letizia ha elegido un vestido plisado de tirantes en un rojo entre coral amapola con cuello halter que se ajusta a su cintura con un cinturón de tira a juego. El rojo, su color fetiche, ese que saca del armario en los momentos vitales importantes, ha vuelto a ser protagonista de un look que resalta especialmente el envidiable bronceado de la reina, que se ha dejado ver poco en público, pero ha tomado mucho el sol en privado.
La reina Letizia con su hija, la infanta Sofía. /
A los pies, unas
sandalias planas de dedo con tira metalizada que son bandera de comodidad y se alejan totalmente de los stilettos de Prada que viste en invierno y las ocasiones oficiales.
Y en su mano una cartera de tejido del ikat tradicional mallorquín que tanto le gusta a la reina, las teles de llenguës. Sus bolsos de verano son siempre de este material natural que se entinta y teje manualmente en la isla desde el siglo XVIII. El que la reina llevaba anoche era una cartera de mano en la que no le llegaba a caber el móvil, que cargaba Letizia justo debajo del bolso.
Como todos los looks por los que ha apostado este verano, la comodidad y la naturalidad han sido los ejes decisivos de un estilismo basado en un vestido midi que puedes encontrar muy parecido en Mango.
Desde que la reina llegó a la isla el pasado domingo ha habido solo dos visitas sorpresa, como la que realizaron el lunes por la tarde a los Jardines de Alfàbia o como la que tuvo lugar el viernes, de forma oficiosa y sin medios de comunicación presentes, a la Granja Escola Jovent.
Así que esta salida informal, sin visita a mercadillo ni paseo por la ciudad porque la infanta Sofía y la princesa Leonor estaban ya demasiado cansadas, ha sido su broche de oro en la isla. También parecían exhaustas la reina emérita Sofía y su hermana Irene de Grecia, pero, teniendo en cuenta que cruzaron la puerta de salida del restaurante a las doce menos cuarto de la noche, no es de extrañar.
La sobremesa se extendió para celebrar el segundo puesto del rey Felipe VI en la Copa del Rey MAPFRE de Vela, la primera vez que el monarca, que participa desde su juventud en la regata, consigue subirse el podio de esta competición.