Boca llevó visitantes a Barracas de una forma particular

La primera visita de Boca al estadio Claudio Chiqui Tapia generó una revolución. No sólo porque la cancha lució a tope con 4.500 hinchas, también hubo presencia visitante. ¿Cómo? Sí, los simpatizantes xeneizes se las ingeniaron de alguna forma para mirar el partido, más allá de que no estaba permitido que ingresara público de otra parcialidad.

La cuestión es que en una de las terrazas de uno de los edificios linderos al estadio, hubo muchos hinchas, incluso con camisetas, que siguieron el partido desde ese lugar. Como el estadio de Barracas es chico y no tiene tribunas altas, eso permitió que tuvieran una visibilidad más clara. Así, de alguna forma, hubo simpatizantes visitantes.

De hecho, en ese edificio, también se gritaron los goles de Boca, el 1-0 en contra de Dattola y el de Langoni, para el 2-0 parcial ante el local. Una situación que, sin dudas, hace al folclore del fútbol argentino y que no deja de ser una curiosidad.

Como fuera, durante el partido se vivió un clima especial. Porque la gente del Guapo agotó todas las localidades y se vio un estadio a tope de su capacidad, que si bien no es mucha, terminó mostrando la trascendencia del partido y la visita histórica del rival.