Una cosa es no renunciar a tomar sal y otra pasarte. La OMS recomienda no tomar más de una cucharadita al día porque el consumo excesivo de sal es muy perjudicial para la salud. Debes saberlo cuanto antes: el exceso de sal mata. Entre otras cosas, porque demasiado sodio es malo para tu dieta y te hace engordar. No, definitivamente no es un mito que la sal te hace ganar kilos.

Las dietas altas en sal a menudo se relacionan con cosas como presión arterial alta o derrames cerebrales. Pero es que también ocurre que las personas que habitualmente toman mucho sodio pesan más, tienen un índice de masa corporal más alto y una circunferencia de cintura más grande que quienes ingieren menos sal. Lo dice la ciencia.

El efecto de la sal en la dieta

Ya no es solo el aumento de peso, sino que los estudios han encontrado que las personas que toman más sal a menudo también consumen una mayor cantidad de alimentos y calorías al día. La «trampa» se amplifica si se sabe que las dietas ricas en alimentos ultraprocesados (pizzas, hamburguesas, etc.) tienden a contener más sal que las mínimamente procesadas. Así que no solo es la sal que echas sobre un filete o unos guisantes, sino la que ya te viene «de serie» en lo que compras o pides.

Y luego es cómo te llenas. Los alimentos ultraprocesados sacian el hambre con menos eficacia que la comida saludable. Crean una falsa sensación de saciedad porque en poco tiempo necesitarás comer más porque el hambre viene rápidamente. Como resultado, y casi sin que te des cuenta, consumirás más calorías de las que tu cuerpo realmente necesita. No es mala idea situar la cantidad de sal que incluyes en tu dieta como un indicador de la calidad de tu alimentación.

El sodio y la retención de agua

La sal es rica en sodio, un nutriente que todo el mundo necesita. ¡Pero en cantidades mucho más pequeñas de las que se consumen! En realidad, el cuerpo humano está diseñado para regular con precisión la concentración de sodio. Comer alimentos salados hace que aumente la concentración de sodio en el organismo y para contrarrestarlo la respuesta natural es aumentar la sed mientras se reduce la producción de orina. Luego retendrás tanta agua como puedas para finalmente diluir la concentración de sodio al nivel preciso. Los estudios sugieren que esta retención de agua puede causar una diferencia de hasta 1 kg en la báscula.

La sal no aumenta directamente la grasa corporal

Algunos estudios advierten que la sal también puede hacer que ganes grasa corporal independientemente de la cantidad de calorías que ingieras. La investigación en animales ha apuntado que una dieta alta en sal puede hacer que el cuerpo sea resistente a la leptina, una hormona responsable de prevenir el hambre y ayudarlo a sentirse lleno y satisfecho. La suposición es que aquellas personas resistentes a la leptina comerían más y, por lo tanto, aumentarían de peso. Algunos investigadores sugieren que las dietas altas en sal pueden afectar a los humanos de la misma manera, aunque es una teoría aún sin probar.

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