El clima caliente del clásico sevillano, en donde los hinchas del Sevilla le arrojaron botellas de plástico -entre otros objetos- a los del Betis, dejó consecuencias fuertes para los Palanganas. La Real Federación Española de Fútbol aplicó una sanción ejemplificadora: el Ramón Sánchez Pizjuán deberá clausurar parte de sus tribunas durante tres compromisos oficiales, después de los incidentes que forzaron a detener durante un rato el duelo ante los Verdiblancos.
Junto con la medida, el Sevilla también recibió una multa económica de 45 mil euros, considerada dentro del rango de infracciones «muy graves».
El clásico sevilliano. (Foto: EFE) La resolución y las exigencias al club
La RFEF fue clara y rápida. El Comité de Disciplina notificó al Sevilla que, dentro de las siguientes 24 horas, debe identificar de manera puntual qué sectores conforman el fondo norte, ya que desde esa zona se produjeron los lanzamientos denunciados en el acta arbitral. El organismo quiere garantizar que la clausura se aplique con precisión y sin posibilidad de interpretación.
La decisión se tomó tras revisar el informe presentado por el árbitro José Luis Munuera Montero, quien detalló cada situación registrada durante la noche del derbi.
Así se desarrolló el caos en el clásico
A los 79’, el árbitro anotó que cayeron botellas plásticas, mecheros y otros objetos desde el fondo norte hacia la zona ocupada por los jugadores del Betis. Ninguno impactó, pero la reiteración alarmó al cuerpo arbitral.
Ante ese primer episodio, se activó el protocolo de seguridad. Aviso por los altavoces, advertencia a los delegados y monitoreo constante. Pero el conflicto se reactivó poco después.
En el minuto 86, justo después de que Isaac Romero viera la roja directa, volvió a llover una serie de proyectiles desde el mismo sector. Esta vez, el árbitro decidió detener el encuentro y enviar a ambos equipos a los vestuarios. La interrupción se extendió por casi veinte minutos y trajo un ultimátum: en caso de repetirse la situación, el partido se daba por finalizado.
Finalmente, el clásico pudo completarse sin más incidentes, pero el registro disciplinario quedó cargado.
En el tramo final del partido lanzaron objetos. (foto: EFE/ Raúl Caro)
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