Los grandes estudios de animación han hecho de los cuentos clásicos uno de los pilares de su filmografía, pero a lo largo de la historia son varias las adaptaciones que han querido dar una versión diferente de estos mitos. En 1987, 40 años después de que viéramos por primera vez a La Bella y la Bestia en la pantalla y unos años antes de la popular versión de Disney, una adaptación televisiva venía a romper el molde.
Estaba protagonizada por Ron Perlman y Linda Hamilton, y si no te especificaban en el título que estaba basada en el popular cuento habría sido difícil adivinarlo. La serie se ambientaba en la Nueva York contemporánea, y seguía a Hamilton como Catherine Chandler (sí, los nombres también eran distintos), una abogada de familia pudiente cuya visión del mundo se está rompiendo. En el otro lado de la dupla, Perlman interpreta a Vincent, un hombre-bestia con facciones de león que vive en una sociedad oculta en los túneles de Manhattan.
El romance y la fantasía siguen en el centro, eso sí. El primer encuentro entre ambos sucede cuando Catherine es asaltada y apalizada después de que confundan su identidad con otra mujer en un ajuste de cuentas. Es entonces cuando la rescata Vincent, un primer encuentro con él y su sociedad de parias excluidos de la superficie que le hace ver que quiere cambiar su vida. Mientras se acostumbra a su nuevo rostro con cicatrices, decide dejar su trabajo y unirse a la oficina del fiscal del distrito donde cree que marcará una diferencia. La serie era en parte una historia de fantasía y en parte procedural criminal.
Si la propuesta ya parece loca, los episodios lo eran más, y se debía al equipo que estaba detrás. Entre los guionistas principales estaban Howard Gordon y Alex Gansa, creadores años más tarde de ‘Homeland’, y más inesperado aún, George R.R. Martin, quien por aquel entonces aún no se había metido en la aventura de escribir ‘Canción de Hielo y Fuego’. «Sus guiones eran como John Coltrane en ácido — primarios, pero con increíble elegancia», decía Perlman del trabajo de Martin para The Hollywood Reporter.
Una marcianada así era carne de cancelación a la primera, pero nada más alejado de la realidad. Esta versión de ‘La bella y la bestia’ convenció a muchos espectadores de la época acabó ganándose estar tres temporadas en antena. Caló tanto para algunos que la CW quiso hacer un remake en 2012, que también aguantó cuatro temporadas a pesar de tener críticas muy divisivas desde el principio.
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