La rutina de noche va mucho más allá de la cena y nuestra querida sesión de skincare. Y es que ahora que anochece mucho antes es clave establecer unos hábitos que nos ayuden a descansar de forma óptima y mejorar nuestra salud. Para ello el ejercicio físico es esencial y aunque muchos son fans de incluirlo a primera hora de la mañana, haciendo hueco bien temprano para ir al gym antes de trabajar, lo cierto es que posponerlo para la tarde tiene más beneficios de los que piensas.
Los datos de la Sociedad Española de Neurología advierten que el número de personas que no descansa bien en nuestro país asciende hasta más de 12 millones. El deporte es un must para hacer frente a esta situación, según ha explicado el entrenador Juan Ruiz López en la revista Telva: «hacer ejercicio por la tarde puede tener un efecto positivo en el sueño siempre y cuando vayamos a dormir unas 4 horas después de haber realizado el ejercicio.»
Nosotras estábamos convencidas de que ejercitar nuestro cuerpo podría alterarnos las horas previas a conciliar el sueño, pero resulta que según el experto nos ayudará a disminuir la sensación de estrés del día, además de desconectar, liberar dopamina y otras endorfinas encargadas de la felicidad y el bienestar que son claves a para dormir mejor. De hecho los estudios científicos también insisten en ello: hacer deporte de alta intensidad al menos dos horas antes de acostarse favorecería un sueño de calidad.
Según una investigación de la Universidad de Harvard, es importante tener un horario de cena en el intentemos comer siempre a la misma hora aproximadamente, creando una rutina. Varios estudios han revelado, que ingerir alimentos menos de tres horas antes de acostarse puede empeorar los síntomas de acidez, algo en lo que coincide el experto: «si nos metemos en la cama estando aún en el proceso de digestión, la calidad de sueño disminuye y aumenta la probabilidad de sufrir reflujo o sensación de pesadez.»
El entrenador insiste en la importancia de los ejercicios que se eligen para añadir a la rutina fitness e insiste en trabajar especialmente la fuerza junto con un poco de HIIT. No nos olvidamos de la caminata, fantástica para llevar a cabo antes de cenar ya que este hábito, «modula la sensación de apetito, disminuyéndolo y haciendo que comamos menos. También mejora la sensibilidad a la insulina, lo cual tiene un gran impacto en el metabolismo», explica el entrenador.
Eso sí, caminar después de la cena también tiene sus beneficios y muchos estudios científicos señalan que la mejor hora para salir a caminar es tras ingerir alimentos. Este hábito podría ayudar a reducir los niveles de azúcar en sangre con una mejora significativa del control glucémico. Como insiste el experto: «mejora el vaciado gástrico y la digestión, reduciendo también la posibilidad de reflujo gástrico. También, mientras estamos caminando después de cenar, lo normal es que no nos expongamos a pantallas, lo que favorece la conciliación del sueño.»
Sea como sea, independientemente de que hayas trabajado fuerza o hayas hecho cardio, los estiramientos finales son imprescindible para restaurar la calma en tu cuerpo tras todo ese esfuerzo que has llevado a cabo. Los ejercicios de respiración controlada, como la técnica 4-7-8, pueden volverse tus mejores amigos a la hora de relajarte antes de dormir. De hecho, el yoga es también un acierto para ello. Nosotras te dejamos aquí algunos estiramientos infalibles.
Fotos | Valeria Ushakova en Pexels, cottonbro studio en Pexels, Andrea Picquadio en Pexels, Freepick
En Trendencias | Una hora de ejercicio no basta si el resto del día estás sentado: así puedes combatir el sedentarismo y cuidar tu salud sin darte cuenta


