Escándalo en España: en una pelota parada, recibió el beso de un rival y terminó expulsado

Un beso se convirtió en la imagen viral de la semana en España. Sí, un beso en pleno partido. El insólito episodio ocurrió durante el duelo entre Real Valladolid y Granada, correspondiente a la jornada 12 de LaLiga Hypermotion, que terminó con victoria de los Violetas por 2-1. Cerca del final, Diego Hormigo fue expulsado por agredir a Iván Alejo, quien segundos antes le había dado un kiss en la cabeza…

La insólita situación ocurrió en los minutos finales, con el partido ya 2-1 a favor de los locales. Hormigo, lateral izquierdo de 22 años del Granada, había ingresado en el minuto 79 por Diallo, pero su breve participación será recordada por la manera en que reaccionó ante el beso de un rival. Iván Alejo, lateral derecho de 30 años, aprovechó una pelota parada y, al quedar cerca de Hormigo, no dudó en tomarlo de la cabeza y darle un beso.

La respuesta del jugador visitante fue una agresión directa al cuello de Alejo, que cayó inmediatamente al piso. El árbitro, Alejandro Ojaos, sancionó la acción con roja directa. En el acta, el juez detalló que Hormigo fue expulsado «por golpear con el brazo en el cuello de un rival con uso de fuerza excesiva, no estando el balón a distancia de ser jugado«. Por su parte, Iván Alejo no recibió ninguna amonestación por su cariñoso gesto.

No solo se fue expulsado, sino que podría incluso recibir dos fechas de sanción por su reacción. Según expone al artículo 121 del Código Disciplinario sobre expulsiones directas en España: «En aquellos casos en que la expulsión del terreno de juego se deba a situaciones en que el/la futbolista no hubiera tenido posibilidad de disputar el balón, la suspensión será de al menos, dos partidos«.

Aunque Iván Alejo también podría recibir una sanción. A falta de la resolución final de la RFEF, y de acuerdo al reglamento, el beso también supone una infracción sancionable. Esto debido a que, en el mismo Código, se puede expulsar a un jugador por realizar una acción «de modo ofensivo, insultante o humillante«.

Posterior al encuentro, y con la rápida viralización del momento, Alejo habló con El Larguero, y explicó su accionar.

«Soy muy cariñoso, me lo dicen siempre mis amigos. Veníamos un poco picados de una jugada anterior y sabía que estaba al límite y que en cualquier momento podía saltar. El fútbol es para listos, y no para tontos, y hay que saber aprovecharlo todo. He sido más listo. Fue una expulsión clara, el partido se acabó ahí y no tengo nada más que decir», declaró entre risas. No contento, también le dio un beso al periodista…

En lo numérico, el triunfo para el Valladolid significó su primera victoria de local desde el pasado mes de septiembre y lo sitúa séptimo en la tabla con 19 puntos, a solo uno del Cádiz, equipo que marca el último puesto de Playoffs de Ascenso. El Granada, por su parte, es decimonoveno, en puestos de descenso.