Hay pueblos que se visitan por su arquitectura, otros por su entorno natural y luego está Bárcena Mayor, que conquista un poco por las dos cosas pero sobre todo por lo bien que se come. Este pequeño rincón en el corazón del Parque Natural Saja-Besaya, considerado uno de los pueblos más bonitos de Cantabria, tiene mucho encanto con sus calles empedradas y casas de piedra. Pero lo que realmente hace que quieras volver es haber probado su cocina casera, contundente y con alma montañesa.

El cocido montañés, plato estrella

Quien llega hasta este pequeño rincón de Cantabria, de tan solo 60 habitantes no puede irse sin haber dado un bocado obligatorio: el cocido montañés, el guiso de alubias blancas, berza y embutidos que es capaz de solucionar hasta el día más frío del invierno. No nos hemos inventado que en Bárcena Mayor se prepare uno de los mejores de toda Cantabria, prueba es que el restaurante La Solana haya sido premiado por el suyo en la Ruta de los Pucheros. Acompañado de pan recién cortado y un vaso de vino uno entiende de golpe todo el significado de la palabra “tradición”.

cocido montañés Trevor Huxham

Comer como en casa, pero mejor

No obstante, la oferta gastronómica de este pueblo va mucho más allá del cocido. Sus menús hablan de carne de tudanca, caza de la zona, pescados frescos y postres caseros. En El Puente, por ejemplo, se puede elegir entre un chuletón a la piedra o una trucha rellena de jamón y queso para tomar en una terraza al lado del río. En el mesón La Jontana, la cocina sabe a croquetas, judiones con jabalí, solomillo de venado o hamburguesas que no son comida rápida sino que se disfrutan sin prisa. Aunque para perderse en un ambiente rústico y acogedor, el mesón Río Argoza apuesta por guisos de caza, quesos artesanos y postres tradicionales de los que podrían estar hecho por la abuela.

Gastronomía con vistas

Lo bonito de Bárcena Mayor es que ofrece una experiencia que se vive también fuera del plato. Comer rodeado de montañas, respirando el aire limpio del valle o escuchando el murmullo del río Argoza hace que cualquier comida se sienta especial. Si todo sabe mejor aquí es, en gran parte, porque todo está conectado: la tradición, el producto local, la calma del pueblo y el cariño con el que se cocina.

Bárcena mayor canduela

Además, visitar Bárcena Mayor es un viaje al pasado medieval en el que dar un paseo entre casas de piedra declaradas conjunto histórico-artístico. Mientras que su ubicación en pleno Parque Natural Saja-Besaya lo convierte también en punto de partida para explorar rutas y senderos que transcurren por bosques y valles para conectar con una naturaleza que parece de postal. Así que si buscas un destino con encanto pero donde la gastronomía sea  la protagonista, apunta en tu lista que Bárcena Mayor no se recorre, se saborea.

Foto de portada | Javier Martin Espartosa