La postura de River después de las bombas de Milito

Si la decisión de Maxi Salas de activar su cláusula había tenido un fuerte efecto erosivo en las relaciones entre Racing y River, las duras declaraciones de Diego Militocontra la cúpula dirigencial de Núñez terminaron de desgastar lo que alguna vez fue un vínculo cordial.

Milito habló de “decepción con River como institución, con su presidente y con su secretario” porque “no pudieron honrar su palabra”. En la misma entrevista con TyC Sports, previo al partido ante San Martín por la Copa Argentina, el presidente de Racing recalcó que tanto el presidente Jorge Brito como el secretario Stefano Di Carlo le habían advertido que “no iban a hacer uso de la cláusula”.

Ahora bien, la postura que tienen desde las oficinas del Monumental se contrapone con lo que expresó Milito. Si bien todavía no hubo una respuesta pública a las palabras del presidente de Racing, a Olé le negaron que haya existido una promesa de no recurrir a la rescisión para contratar a Salas.

Desde River aclararon haberse comprometido a “hacer lo posible” para evitar llegar a ese punto. Y que, en cualquier caso, el delantero hizo uso de una herramienta que le habilitaba su contrato, que fue incluida por un acuerdo entre las partes y cuyo monto Racing consideró “el indicado” para una eventual rescisión. Incluso desconocieron que Claudio Tapia haya mediado para evitar el desenlace novelezco como planteó el Príncipe.

En la misma línea, recalcaron que Salas y Racing venían negociando una mejora desde antes de que apareciera el interés de River. Y que según ellos el discurso de Milito buscó atenuar las consecuencias de aquella negociación infructuosa. Aunque esto último no fue tan así: entre las partes hubo un acuerdo de palabra por una extensión de vínculo con una mejora salarial importante. El que, según DM, Salas no firmó por el llamado de Gallardo.

En resumen: desde Figueroa Alcorta y Udaondo creen que si la situación terminó decantando en la interrupción anticipada del contrato del Gordo fue por la intransigencia de Milito de no sentarse a negociar.

Que fue el presidente de Racing el que no quiso entablar un diálogo para intentar un entendimiento, aunque en paralelo dejó trascender que quería u$s 15M para vender a Salas luego de que el futbolista se rehusara a cumplir con lo pactado verbalmente. Algo que en River hizo ruido no sólo por los montos sino porque era una señal de que había cierto interés en sacarle un mayor rédito al traspaso.

Por lo bajo, además, en el CARP acusan al Príncipe de haber insistido en incluir en la transferencia de Juan Fernando Quintero al América de Cali una cláusula “anti River” en pos de bloquear un regreso del Nalgón a Núñez a corto plazo. Evitando así pagar el costo político que hubiera significado dejar ir a una de las estrellas del campeón de la Sudamericana 24.

Por lo pronto, la decisión de River de contratar a un refuerzo vía rescisión dentro del fútbol argentino va a sentar un precedente. Las relaciones con Racing están rotas. El propio Milito lo dijo.